El síndrome Premenstrual, o SPM es un
conjunto de más de 150 síntomas que aquejan a la mujer en la segunda parte del ciclo
menstrual, después de la ovulación y antes de la menstruación,
desapareciendo generalmente con la llegada de ésta.
La duración del SPM, la cantidad e
intensidad de sus síntomas, dependen de cada caso particular, ya que éste se presenta en
diferentes grados de gravedad ya sea ligero, mediano o severo.
Dolor de cabeza, de abdomen, sensibilidad
mamaria, edema generalizado, retención de líquidos, hinchazón, tendencia a hematomas,
dolor pélvico, irritabilidad, depresión, ansiedad, hambre compulsiva y consecuente
aumento de peso, son tan solo unos pocos de los síntomas más comunes de este mal.
De causas desconocidas hasta ahora y
tratado solamente con cuidados paliativos, el Síndrome Premenstrual es la enfermedad más
padecida a nivel mundial (se estima que el 80% de las mujeres lo sufren) pero también la
menos diagnosticada. Muchas mujeres presentan una "reacción inflamatoria
inespecífica" en su examen de Papanicolaou; resultado que usualmente es pasado por
alto por la extremada alta incidencia de este resultado que es considerado como
"normal". Empero, es exactamente ahí donde se origina el problema.
El Instituto de
Investigaciones Ginecológicas de Chile, encabezado por el Dr. Jorge Lolas, después de
más de treinta años de investigaciones exhaustivas sobre el tema, ha llegado a la
conclusión de que el Síndrome Premenstrual es causado por una patología uterina
inflamatoria crónica, que suele iniciarse en el cuello del útero para luego extenderse a
todo el aparato genital, trayendo consecuencias drásticas para el cuerpo de la mujer.
Esta patología es generadora de una gran cantidad de sustancias inflamatorias y tóxicas
(prostaglandinas y tromboxanos) que al entrar en el torrente sanguíneo son los causantes
de la gran variedad de síntomas relacionados con el Síndrome Premenstrual.
Debido a la gran cantidad de síntomas,
se recomienda que las mujeres que tienen dudas acerca de padecer esta enfermedad,
practiquen la auto-observación de sus malestares y hagan un seguimiento en un calendario
durante tres meses. Lo importante es detectar si los malestares se presentan en forma
cíclica y se alivian con la llegada de la menstruación. Por ejemplo, observar si las
jaquecas y cambios de estado de ánimo -en especial, irritabilidad, agresividad y
depresión- aparecen en las mismas fechas, concretamente, en la segunda mitad del ciclo
menstrual.
Cuando se sospeche finalmente de un SPM,
entonces, es necesario someterse a una completa evaluación clínica de toda la
sintomatología y luego efectuar un examen general y ginecológico exhaustivo, con el fin
de determinar el grado de compromiso orgánico, el cual muchas veces se encuentra a nivel
microscópico y no es detectable al examen ginecológico de rutina ni a la ecotomografía.
La falta de un diagnóstico certero del
SPM y de un tratamiento adecuado y oportuno, conlleva a agravar la enfermedad,
explicándose el por qué más de un tercio de las mujeres en el mundo suelen terminar en
el quirófano, ya sea por una histerectomía (extirpación del útero) u otras cirugías
por complicaciones ginecológicas inflamatorias que, como toda cirugía, conllevan riesgos
impredecibles, resultados inciertos y elevados costos.
El Dr. Jorge Lolas ha presentado este
novedoso estudio clínico en el Congreso Mundial de Patología Cervical y Colposcopía -en
Noviembre de 1999- y por segunda vez -en Julio del 2000- ha sido postulado al Premio
Nacional en Ciencias Aplicadas por la Sociedad Científica de Chile, en mérito a su
importante investigación médica de alcance mundial sobre las ignoradas causas y
consecuencias del SPM en la sociedad y la familia; enfermedad que hasta hace poco, era
ignorada y considerada como una "condición propia de la mujer" pero que hoy,
tiene una solución curativa demostrable, si es diagnosticada, tratada a tiempo y
asertivamente.