Las relaciones sexuales entre
parejas heterosexuales a veces se vuelven complicadas y poco placenteras cuando se
presenta en la mujer un Síndrome
Premenstrual
moderado o severo.
Muchas mujeres pierden, durante su
segunda mitad del ciclo menstrual, después de la ovulación, su interés sexual.
La producción en demasía de
prostaglandinas y otros agentes inflamatorios por parte del útero enfermo en este lapso
provoca también la falta de lubricación vaginal, hecho importante para una relación
sexual placentera. Esto explicaría la razón por la cual muchas mujeres experimentan
relaciones sexuales dolorosas asociadas a su ciclo menstrual.
También otros síntomas del SPM
juegan un rol importante en la vida sexual de una mujer. Es muy conocido, ya hasta se
hacen muchas bromas sobre el tema, el "famoso" dolor de cabeza que muchas
mujeres ponen, según los hombres, como "excusa" para no tener relaciones. Sin
embargo, esta problemática dista mucho de ser una excusa ya que el dolor de cabeza en la
mujer con SPM puede volverse crónico y adquirir carácter de migraña y jaqueca durante
este tiempo, lo que dificulta notablemente la concentración y la sensación del placer
para una mujer, la que llega a elegir abstenerse del contacto sexual con su pareja.
El dolor pelviano que muchas
mujeres sienten antes y durante la menstruación es otro obstáculo para la pareja en su
vida sexual. Causado también por la inflamación crónica del útero, este dolor es a
veces tan agudo que impide a las mujeres realizar muchas cosas normales en su vida, entre
ellas mantener relaciones sexuales con sus parejas, aun tratándose de parejas
emotivamente estables.
Las depresiones, las
irritabilidades y demás síntomas síquicos que acompañan el Síndrome Premenstrual
constituyen un problema a veces mayor que los síntomas físicos arriba descritos, ya que
la inestabilidad anímica tensa la vida afectiva y emotiva de las parejas, ocasionando
disgustos y peleas que también disminuyen el deseo sexual. Y si a eso le añadimos el uso
indiscriminado de fármacos psicotrópicos tomados por muchas mujeres en estos estados,
tendremos como resultado la completa inhibición del deseo sexual en la mujer, causado por
estas medicinas y que son fuente de frustración para la mayoría de los hombres cuyo
deseo sexual no es afectado por ninguna razón interna o externa a ellos.
Además, un factor importantísimo
en la vida sexual femenina es representado por la práctica casi rutinaria de la
histerectomía en mujeres con SPM severo. La falta de diagnóstico y de conocimiento de
esta enfermedad hoy día curable, lleva a muchos ginecólogos tomar la decisión de
extirpar el útero cuando éste se encuentra muy dañado.
El útero juega muchos papeles
diferentes en el cuerpo de una mujer en su vida. Se reconoce a ciencia cierta como un
regulador de la hormona, ayudando orquestar el baile delicado del ciclo menstrual.
También es de importancia central en la experiencia del placer sexual en el orgasmo
femenino. El útero también contribuye a las sensaciones agradables cuando se estimulan
las infinidades de terminales nerviosas presentes en él durante la relación. El útero
contribuye significativamente a la lubricación requerida para el placer sexual, además
las paredes de este poderoso músculo se contraen durante el orgasmo siendo parte esencial
de ello. Así que si usted quita el útero, estará quitando mucho del "equipo"
necesario para una mujer para disfrutar del sexo.
Por esta razón y por otras más,
es esencial que las mujeres mantengan su útero sano, libre de patologías inflamatorias
crónicas para tener una vida personal y sexual de mayor calidad.
Un estudio publicado por el
Departamento de Ciencias Sociales y Conductuales de la Universidad de California, en
Estados Unidos, revela un fuerte nexo entre el abuso sexual y el Síndrome Premenstrual
severo.
Este estudio
evaluó el
predominio y las relaciones de la historia de abuso sexual entre las mujeres que buscan
tratamiento para el síndrome premenstrual severo (SPM). De 77 mujeres que participaronn
en este ensayo clínico aleatorio de tratamientos no farmacológicos para SPM severo, se
entrevistaron 42 con respecto a su historia de abuso sexual.
Las mujeres entrevistadas tenían
una edad promedio de 38 años y la mayoría era de linaje europeo, heterosexuales,
casadas, empleadas y bien educadas.
Por lo menos un intento de abuso o
un abuso sexual completo fue reportado por el 95% de las mujeres, y en el 81% de los casos
hubo penetración completa contra su voluntad y el 85% de estos casos presentó amenaza o
daño físico. Estas mujeres fueron abusadas en tempranas edades muy frecuentemente y por
tipos de agresores parecidos..
La mayoría de éstas (83%) nunca
había hablado del abuso con su doctor. Los hallazgos sugieren que una historia de abuso
sexual, particularmente en la niñez o la adolescencia, puede ser sumamente común entre
mujeres que buscan tratamiento para SPM severo.
Según la teoría del Centro de
Investigaciones Ginecológicas de Chile sobre las causas del Síndrome Premenstrual, este
estudio coincide en el hecho de que el abuso sexual temprano aumenta las probabilidades de
que una mujer sufra de lesiones e inflamaciones en su útero, causantes del SPM, lo que
explicaría, en parte, el por qué hay tantas mujeres que sufren de este síndrome desde
la menarquia, o sea, su primera menstruación.
Además, la edad promedio de las
participantes en este estudio, coincide con la teoría del Doctor Lolas de que el SPM se
vuelve más severo por lo general a partir de los 35 años y durante la menopausia.