La histerectomía, extirpación del útero, es la segunda la cirugía más común realizada en las mujeres y se recomienda indiscriminadamente para patologías uterinas benignas, como sangrando menstrual excesivo o fibromas.

El 20% de las 600,000 histerectomías realizadas anualmente en los Estados Unidos son para tratar el sangrando menstrual excesivo, lo que representa uno de los síntomas de Síndrome Premenstrual fácilmente curable si diagnosticada a tiempo.

Los resultados de un estudio hecho en los Estados Unidos revelan que los médicos recomiendan histerectomías a una de cada cuatro mujeres, o sea, al 25% de las mujeres. De éstas, el 82% acepta la recomendación de su doctor, y una tercera parte de las mujeres sometidas a esta cirugía no discuten con su doctor sobre las alternativas posibles.

La mayoría de nosotros reconoce el útero como el órgano que proporciona alojamiento para un feto en vías de desarrollo, y el músculo que lo empuja luego en el mundo que lo espera. También estamos familiarizados con la labor mensual de este órgano de liberar la menstruación y dar vida al ciclo reproductor pero desafortunadamente muchos desconocen las demás funciones de este órgano tan importante y tan menospreciado por la ciencia médica en general.

Cuando una mujer presenta los variados síntomas de síndrome premenstrual y acude a su ginecólogo para que éste le realice un examen Papanicolau, éste por lo general resulta en "reacción inflamatoria inespecífica" y es pasada por alto y considerada como "normal" por la gran incidencia de este fenómeno. Es importante recalcar que en ninguna otra área de la medicina una reacción inflamatoria de algún órgano es pasada por alto y considerada normal.

Después de 30 años de exhaustivos estudios, podemos afirmar que esta reacción inflamatoria corresponde a una patología crónica uterina, que es la causante de esta enfermedad que aqueja a cerca del 80% de la población femenina mundial.

Esta patología empieza en el cuello del útero y, con el paso de los años, tiende a propagarse por todo el aparato genital, causando tanto daño que muchas veces termina con la extirpación del útero.

Queremos recalcar lo importante que es para una mujer mantener su útero sano, no tan solo por sus funciones reproductivas, sino también por todas las demás funciones que este órgano tiene en el cuerpo de una mujer.

Por lo menos en los últimos 15 años, los investigadores saben que el útero produce endorfinas, sustancias parecidas a la morfina que contribuyen al sentido de bienestar. Además, también produce prostaglandinas, las cuales, producidas por un útero sano en cantidades normales, contribuyen a la salud coronaria, en el estómago actúan protegiendo la mucosa gástrica. Son también necesarias en la función regular de los riñones.

Es fácil imaginar entonces que el útero juega muchos papeles diferentes en el cuerpo de una mujer a lo largo de su vida. Se reconoce a ciencia cierta ciertamente como un regulador de la hormona, ayudando orquestar el baile delicado del ciclo menstrual. También es central en la experiencia del placer sexual en el orgasmo femenino (Ver más en Sexo y SPM).

Finalmente, el útero proporciona un aspecto importante de la identidad de una mujer ya que está enérgicamente relacionado al más profundo sentido de una mujer de su ego y su mundo interno, y que la salud de este órgano refleja la realidad emocional y la autoestima de la mujer en los niveles más profundos.

Si nuestra sociedad trata a las mujeres y sus úteros tan solo como "vasos para bebés", ¿qué tipo de autoestima puede tener una mujer que no puede o que decide no tener hijos?

Además, si seguimos amputando este centro de la identidad de las mujeres, ¿qué le pasará a la confianza de las mujeres histerectomizadas?

Si bien, en resumen, el útero es considerado comúnmente y equivocadamente como un órgano innecesario después de la edad fértil de la mujer, nosotros creemos indiscutiblemente importante el hecho de salvar el útero antes de llegar a tan extrema solución que dista mucho de ser considerada como tal.